Pese a la larga espera, el evento fue una fiesta de principio a fin, ya que los fieles seguidores de ambas bandas le agregaron de su cosecha para animar el jolgorio. Los “marranos”, sin duda mayoría en esta ocasión, llenaron de “Juanitos” el local, mientras sus rivales llevaron banderas y papel picado para alentar a sus músicos como si fuera un estadio. Los gritos también fueron parte de esta sana “guerra de barras”. No era muy amplio el repertorio, pero el aguante fue constante: “¡Viva Chile y los Chancho en Piedra!” versus “Olé Olé, Olé Olé, esta es la hinchada de Guachupé”.
Luego de largo rato escuchando música envasada, que iba desde el metal hasta la cumbia, Guachupé, banda invitada a esta celebración, salió a escena para comenzar con el show. De inmediato se armó la fiesta. Baile descontrolado y sudoroso al ritmo de los sonidos festivos llenaron la pista bajo el escenario. Incluso una chiquilla se atrevió a quedar sin polera pegando manotazos y patadas en medio del pogo. Descontrol total.
Más atrás, algunos observaban con asombro el fervor desatado por la banda, aunque otros tantos esperaban en el fondo del local mientras conversaban tomándose unas cervezas. Y, obviamente, los terremotos también estuvieron presentes durante toda la jornada… un verdadero clásico de Las Tejas.
Terminó Guachupé y el recambio lógico se produjo. Los que estaban atrás se fueron para adelante y los que bailaron bajo el escenario salieron en busca de aire o algo para tomar… el calor era agobiante en el recinto de San Diego.
Así llegó el turno de los anfitriones: Chancho en Piedra. Vestidos ad hoc para la ocasión, con impecables trajes de huaso, el poder y la potencia ‘marrana’ hizo retumbar el bar. El repertorio también fue seleccionado acorde a las Fiestas Patrias y el tradicional espíritu chileno de los Chancho se hizo presente para tocar varias versiones rockeras de temas clásicos del folclore criollo.
De esta forma, los asistentes a la tocata disfrutaron de buena música, diversidad de estilos y un ambiente para repetir. Sencillamente, una “Fonda Marrana” a todo Chancho.
