jueves, 17 de febrero de 2011

Tres días de puro rock en el Cosquín 2011


Por Daniel Giacaman Zaror.

Con Ciro Martínez, ex vocalista de Los Piojos, leyendo todos los lienzos y banderas, incluida una de Chile, culminó el pasado domingo el Cosquín Rock 2011, uno de los festivales más importantes de América y que se desarrolla desde hace once años en Córdoba, Argentina.

Cuatro escenarios y más de 27 horas de música en los tres días que duró el evento, entre el 11 y el 13 de febrero, hicieron vibrar a los fanáticos que viajaron desde diversos lugares del mundo sólo para presenciar el espectáculo, que por primera vez se llevó a cabo en el aeródromo Santa María de Punilla.


Todo comenzó el viernes, día en que Calle 13 brilló con luces propias. Más allá de los cuestionamientos sobre la participación del grupo puertorriqueño en un evento de este estilo, lo cierto es que Residente y compañía mostraron su lado más rockero y entregaron lo mejor de su repertorio, con un mensaje claro y directo. Además, fueron los primeros en provocar una masiva y notoria estampida de público hacia el escenario principal, despejando de inmediato las dudas sobre la recepción que tendrían por parte de la gente y desatando una verdadera "fiesta de locos".

La Vela Puerca, Babasónicos y Las Pelotas continuaron con el show central, mientras que el punk se apoderó del otro extremo del predio con Massacre, Carajo y Attaque 77, además de las chicas de Estoy Konfundida, que sorprendieron con gran personalidad y actitud. El broche de oro lo puso CJ Ramone, ex bajista de The Ramones, quien deleitó a los asistentes con clásicos de la mítica banda estadounidense.

Al día siguiente, el reggae se tomó el escenario temático con Dread Mar-I, Los Cafres, Fidel Nadal y Nonpalidece, aunque el punto más alto fue la presentación de Los Pericos, quienes superaron nuestras expectativas demostrando que aún mantienen un arrastre masivo, haciendo cantar y bailar a los espectadores con un repertorio repleto de temas conocidos.

En el escenario principal, Jauría, banda compuesta por ex integrantes de Attaque 77 (Ciro Pertusi), El Otro Yo (Ray Fajardo), Cabezones (Pichu Serniotti) y Romanticistas Shaolins (Mauro Ambesi), dio paso a los clásicos de Virus, Luis Alberto Spinetta y León Gieco. El cierre de la segunda jornada fue de lujo, primero con Skay, uno de los líderes del recordado grupo Los Redondos, y luego con el genio Charly García, quien hizo reír y cantar a los asistentes hasta cerca de las 03:30 horas.

El momento anecdótico se produjo en el hangar, que durante viernes y domingo fue un centro de sonidos metaleros, pero que el sábado albergó la Bizarren Miusik Party, una especie de fiesta kitsch con música de Xuxa, Gilda y Amar Azul, entre otros.

La jornada final también tuvo su instante freak cuando los brasileños Cartel da Cevada incorporaron en su espectáculo a un diablo que se encargó de repartirle cerveza al público a través de una manguera. Eso ocurrió en el escenario temático, que estuvo dedicado al metal con bandas como Tren Loco, Horcas, Logos y Almafuerte, sin duda, lo más esperado por los seguidores de este estilo.

En tanto, Kapanga desató la fiesta en el escenario principal, ratificando que es un grupo totalmente festivalero y con el vocalista más carismático del rock sudamericano: el Mono. Luego fue el turno de No Te Va Gustar y Las Pastillas del Abuelo para dejar el cierre definitivo a cargo de Ciro y Los Persas, quienes han heredado la gran popularidad que tenían Los Piojos.

El show tuvo a Micky Rodríguez como invitado, con quien interpretaron el tema "Todo Pasa" en memoria del fallecido Tavo Kupinski, quien también había sido homenajeado el lunes por Las Pelotas. El guitarrista murió en un accidente automovilístico el pasado 4 de enero de 2011.

Así, se cerró de forma magnífica la undécima versión del Cosquín Rock, con una sólida ejecución musical y un gran dominio del escenario por parte de Ciro y Los Persas, quienes recorrieron diversos estilos, pasando por el rock clásico, el reggae, el blues y el rock and roll, además de interpretar varios temas de Los Piojos, que hicieron estallar por última vez el aeródromo Santa María de Punilla.